Chacarita volvió a perder. Esta vez fue ante Atlético Rafaela por 2 a 1. Nuevamente, se imponía en el marcador, y algunas desatenciones hicieron agrandar a un equipo puntero, que no demostró demasiado.
La previa sin dudas era atípica, uno llegaba a la cancha y lo primero que se encontraba era con que la gente que se acercaba al cemento de Villa Maipú, esperaba el milagro de ganarle al líder del certamen. Quizás era verdad, el pensar en ver a Chacarita victorioso resultaba una utopía, pero verse perdido de antemano daba para pensar, el porqué ver el partido desde las gradas.
Las acciones arrancaban con la pelota siendo compartida por ambos equipos, ninguno se adueñaba de la misma, la cuál además transitaba generalmente por el aire de San Martín. El primer tiempo tendría la característica mencionada, las situaciones no abundaban y los arqueros era protagonistas privilegiados del juego, sin tener demasiado trabajo. Atlético Rafaela, distribuía mejor la pelota encabezado por Iván Juárez y Nicolás Castro, pero no eran bien acompañados por César Carignano, ni Federico González. El Funebrero, no proponía demasiado, con tres delanteros, la línea de volantes quedaba demasiado lejos, por lo que sólo se contabilizan algunos remates de larga distancia y algún desborde con centro atrás. Los primeros cuarenta y cinco minutos, no daba un empate en cero, aburrido.
El complemento, tendría en el inicio la misma tendencia que el primer tiempo. No habría situaciones de gol para ninguno de los dos. Hasta que Chacarita, se decidió a buscar dándose cuenta quizás de que Rafaela no estaba en un buen día. Es verdad, el Funebrero no contó con ocasiones para marcar, pero merodeaba y sobre todo la poseción de la pelota la manejaba en el campo visitante. A los 24 minutos, Miguel Alba, como en Rosario, ejecutó de manera brillante un córner que conectó de cabeza Damián Toledo, quien colocó la pelota en el ángulo izquierdo de Guillermo Sara, 1 a 0 para el Tricolor. A partir, de entonces, el puntero parecía Chacarita, pelota al piso y desequilibrio por las bandas, lo hacían un claro dominador de las acciones. Hasta los murmullos se cambiaron por aplausos.
Lo descripto en el final del párrafo anterior, rápidamente es esfumó. A los treinta, gran jugada colectiva de la Crema, que culminó Nicolás Castro, llegando al fondo y dejándole servido el gol a César Carignano, tras el centro atrás, el empate visitante no tardó en llegar. El puntero, sacó a relucir su jerarquía de puntero. Empezó a manejas la pelota, moviéndola de un lado a otro. Primero fue Jonathan López que desperdició de cabeza el gol, llegarían algunas situaciones más, hasta que César Carignano, penió el córner en el primer palo, apareciendo Oscar Carniello por detrás de todo y empujó la pelota al gol, poniendo el 2 a 1 en favor visitante. A partir de entonces, Chacarita fue el de siempre, ni siquiera atacó con verguenza buscando la paridad.
La misma historia que se viene dando hace cuatro fechas. El Tricolor, poniéndose en ventaja, y después se va con las manos vacías. Una vez, se cae en la cruda realidad de permanecer un año más en la Primera B Nacional, y la gente no para de recibir un cachetazo tras otro. Explayarse más que comentar lo acontencido ayer, resulta innecesario, las conclusiones ya fueron sacadas por todos. No queda más, que esperar, este presente por lo menos por estas horas, resulta inexplicable.
Por Damián Bruni - d.bruni@identidadfunebrera.com.ar
Las acciones arrancaban con la pelota siendo compartida por ambos equipos, ninguno se adueñaba de la misma, la cuál además transitaba generalmente por el aire de San Martín. El primer tiempo tendría la característica mencionada, las situaciones no abundaban y los arqueros era protagonistas privilegiados del juego, sin tener demasiado trabajo. Atlético Rafaela, distribuía mejor la pelota encabezado por Iván Juárez y Nicolás Castro, pero no eran bien acompañados por César Carignano, ni Federico González. El Funebrero, no proponía demasiado, con tres delanteros, la línea de volantes quedaba demasiado lejos, por lo que sólo se contabilizan algunos remates de larga distancia y algún desborde con centro atrás. Los primeros cuarenta y cinco minutos, no daba un empate en cero, aburrido.
El complemento, tendría en el inicio la misma tendencia que el primer tiempo. No habría situaciones de gol para ninguno de los dos. Hasta que Chacarita, se decidió a buscar dándose cuenta quizás de que Rafaela no estaba en un buen día. Es verdad, el Funebrero no contó con ocasiones para marcar, pero merodeaba y sobre todo la poseción de la pelota la manejaba en el campo visitante. A los 24 minutos, Miguel Alba, como en Rosario, ejecutó de manera brillante un córner que conectó de cabeza Damián Toledo, quien colocó la pelota en el ángulo izquierdo de Guillermo Sara, 1 a 0 para el Tricolor. A partir, de entonces, el puntero parecía Chacarita, pelota al piso y desequilibrio por las bandas, lo hacían un claro dominador de las acciones. Hasta los murmullos se cambiaron por aplausos.
Lo descripto en el final del párrafo anterior, rápidamente es esfumó. A los treinta, gran jugada colectiva de la Crema, que culminó Nicolás Castro, llegando al fondo y dejándole servido el gol a César Carignano, tras el centro atrás, el empate visitante no tardó en llegar. El puntero, sacó a relucir su jerarquía de puntero. Empezó a manejas la pelota, moviéndola de un lado a otro. Primero fue Jonathan López que desperdició de cabeza el gol, llegarían algunas situaciones más, hasta que César Carignano, penió el córner en el primer palo, apareciendo Oscar Carniello por detrás de todo y empujó la pelota al gol, poniendo el 2 a 1 en favor visitante. A partir de entonces, Chacarita fue el de siempre, ni siquiera atacó con verguenza buscando la paridad.
La misma historia que se viene dando hace cuatro fechas. El Tricolor, poniéndose en ventaja, y después se va con las manos vacías. Una vez, se cae en la cruda realidad de permanecer un año más en la Primera B Nacional, y la gente no para de recibir un cachetazo tras otro. Explayarse más que comentar lo acontencido ayer, resulta innecesario, las conclusiones ya fueron sacadas por todos. No queda más, que esperar, este presente por lo menos por estas horas, resulta inexplicable.
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